“Cada movimiento es
la expresión de la actividad del Sistema Nervioso Central”.
Esta frase es, para
mí, fascinante en cuanto a su significado en Fisioterapia Neurológica. En mi
humilde opinión, constituye la base tanto para la valoración como para el
abordaje terapéutico. Intentaré explicarme: cuando estamos valorando a una
persona que presenta una alteración en su SNC, analizamos cada uno de los
componentes del movimiento como si de un escáner se tratase, y en función de
dicho análisis buscamos donde se manifiesta el problema principal e intentamos
mejorar ese movimiento para que resulte funcional, utilizando multitud de
técnicas/ejercicios/actividades. Pero realmente, ¿qué estamos haciendo? ¿qué
pretendemos conseguir mediante el tratamiento?
Pues bien, nuestro
objetivo al realizar una terapia en un paciente con daño de origen neurológico
es actuar sobre ese sistema nervioso alterado para modificarlo, de modo que se
establezcan en él nuevas conexiones. Éstas se traducen en movimiento (en mayor
cantidad y calidad) que otorgará al paciente en una mejor capacidad funcional,
repercutiendo finalmente sobre su calidad de vida y, por ende, también en la de
los que le rodean.
Nuestra influencia
sobre el SNC ocurre gracias a la neuroplasticidad, definida como “la capacidad
del SNC para reorganizar a corto, medio y largo plazo sus mapas neurosinápticos
y optimizar así el funcionamiento de las redes neuronales” (1). Existe una
neuroplasticidad resultado de la “reorganización espontánea” posterior a
cualquier lesión cerebral o cuando el daño es el resultado de una alteración
progresiva; pero también puede producirse como resultado de la rehabilitación
(2). Esta capacidad ha sido probada en ensayos clínicos con animales y también
en humanos con lesiones de origen neurológico (3, 4, 5).
Para que la
neuroplasticidad se lleve a cabo a nivel celular, en un primer momento las
neuronas han de establecer contacto entre sí, lo que supone la creación de
prolongaciones neurales (neuritas) que más adelante formarán axones y
dendritas. Una vez esto haya ocurrido ha de establecerse una conexión anatómica
que, cuando se encuentre constituida, permitirá a ambas células aumentar la
eficacia de la sinapsis (“potenciación”) o disminuirla (“depresión”). Estos dos
procesos, y especialmente el segundo de ellos (cuando se mantiene en el largo
plazo), resulta especialmente importante en la adquisición de habilidades
motoras (6). Desde la fisioterapia neurológica, podemos potenciar dicha
adquisición para conseguir una mejoría en el reaprendizaje del control motor, ayudándonos
de las siguientes reglas teóricas(2):
-
El input como el
sine qua non para el aprendizaje: si
nuestro objetivo durante el tratamiento es que se produzca una plasticidad
cerebral con la consiguiente mejoría en la funcionalidad del paciente, hemos de
saber que siempre debemos dar al cerebro estímulos que proporcionen información
adecuada.
-
El input debe
ser variable: cuando realizamos estímulos idénticos, la información sensorial proporcionada
no resulta efectiva para el cerebro. Las redes neuronales se forman utilizando
la fórmula representada por inputs y variabilidad. Sin embargo, variabilidad no
es sinónimo de caos o input aleatorio; de hecho, esto es lo peor que podemos
hacer para la creación de una red neuronal, ya que será imposible en esta
situación extraer una estructura, y no se producirá conexión. Lo óptimo sería
entonces utilizar inputs variables con pequeñas modificaciones.
-
El input ha de
ser significativo: para favorecer la plasticidad cerebral, el paciente debe
mantener la atención y la concentración en la actividad o tratamiento que se
está llevando a cabo; para ello es importante relacionar directamente el
tratamiento con actividades funcionales que pueda transferir. Spitzer (7)
apuntó a la importancia de la información significativa al indicar que los
eventos que carecen de importancia o significado para la persona no producen
cambios a nivel cortical, incluso si ocurren con la misma frecuencia que los
que sí lo son.
-
El “Principio de
Situaciones Equivalentes”. Para la óptima transferencia del aprendizaje, es
necesario que tanto las habilidades motoras como el contexto en el que se
produce tengan el mayor número de elementos en común con la situación en el que
se debe aplicar.
Todos estos factores
pueden influir positivamente sobre la plasticidad cerebral, y por tanto, ayudar
a mejorar la eficacia y la eficiencia del tratamiento de fisioterapia en
pacientes con daño neurológico. La clave para nosotros, como profesionales,
está en no olvidarnos en ningún momento de cúales son los objetivos que
pretendemos conseguir con la terapia y que factores pueden influir (tanto
positiva como negativamente) para llegar a alcanzarlos.
Bibliografía:
1. Duffau H. Brain plasticity: From pathophysiological mechanisms to therapeutic
applications. J Clin Neurosci. 2006 Nov;13(9):885-97.
2. Mulder T, Hochstenbach J. Adaptability and Flexibility of the Human
Motor System: Implications for Neurological Rehabilitation. Neural Plast. 2001;
1-2: 131-40.
3. Biernaskie J, Corbett D. Enriched rehabilitative training promotes
improved forelimb motor function and enhanced dendritic growth after focal
ischemic injury. J Neurosci. 2001 Jul 15;21(14):5272-80.
4. Liepert J, Bauder H, Wolfgang HR, Miltner WH, Taub E, Weiller C.
Treatment-induced cortical reorganization after stroke in humans. Stroke. 2000
Jun;31(6):1210-6.
5. Liepert J, Uhde I, Graf S, Leidner O, Weiller C. Motor cortex
plasticity during forced-use therapy in
stroke patients: A preliminary study. J Neurol. 2001 Apr;248(4):315-21.
6.
Lawes N. Neuroplasticidad. En: Stokes M. Fisioterapia en la rehabilitación
neurológica. Madrid: Elsevier; 2006: 61-78.
7. Spitzer M. The mind within
the net: Models of Learning, Thinking and Acting. USA: MIT Press; 1999.
Enhorabuena por tu primera entrada y estreno del blog. Ésta información debería darse como obligatoria durante el grado en fisioterapia (en su correspondiente asignatura) porque es fundamental. Debemos basarnos en la neurofisiología y la evidencia tanto científica como clínica para marcar nuestros objetivos, diagnósticos fisioterapéuticos o hipótesis iniciales y por supuesto los tratamientos.
ResponderEliminarMe llama especial atención el estudio de Spitzer sobre los cambios corticales durante el tratamiento haciendo hincapié en la atención, de ésta manera con mis pacientes (además de mantener la atención lógicamente) utilizo su memoria gestual o cinética, debido a que ya conocen ése movimiento en concreto que se ejecutaba con normalidad y que han realizado durante toda su vida, como son los hobbies o la realización de su trabajo, influenciando definitivamente en el desarrollo del tratamiento neurológico.
Gracias por iniciar éste blog de calidad Ana, es de agradecer que nos acompañes en la difusión de contenidos en ésta especialidad.
Saludos!
Gracias por tu valiosa aportación y por tus siempre oportunos comentarios. Al igual que tú, creo que es de utilidad durante el tratamiento que el paciente se imagine realizando una actividad determinada; de hecho, varias investigaciones han demostrado que se activan las mismas redes neuronales que las que lo hacen durante la ejecución de la actividad.
EliminarUn saludo
Enhorabuena Ana una valiosa entrada e información adecuada.
ResponderEliminarSigue así guapa, te seguiré leyendo porque siempre es una lectura agradable, clara y concisa, además de interesantisima.
Muchas gracias Romi. Lo que internet nos puede aportar es la experiencia de otros compañeros para, entre todos, lograr cada día un tratamiento de mayor calidad para nuestros pacientes.
EliminarUn saludo