En estos días que corren, llenos
de incertidumbre y caos, todos vivimos con un cierto miedo a lo que pueda
pasar, y muy especialmente en lo que se refiere a nuestro futuro laboral. En
los últimos tiempos nos hemos ido acostumbrado a vocablos como: prima de
riesgo, cotización, recesión… y, finalmente, rescate.
Obvio es que el escenario,
especialmente el económico, no es el más favorable para el inicio de un nuevo
proyecto, pero cuando alguien decide ya está preparado para empezar un camino
diferente, cuando está convencido de que puede “sacudir el polvo” en la capa y
volver a contar desde cero, entonces, ya nada puede detener esta decisión.
Cuando se ha sobrepasado la “zona de no retorno”, entonces los proyectos han de
convertirse en realidad, y todo ello ha de hacerse con la ilusión y el
convencimiento necesarios para que todo salga bien.
En este caso, este proyecto lleva
dando vueltas en mi cabeza ya algún tiempo, pero era necesario ir “llenando la
mochila” de conocimientos, enriquecerme en la formación y también con la
experiencia, para poder llevarlo a cabo. Y, por fin, ese día ha llegado.
Ahora comienza una nueva etapa
ilusionante, que constituirá sin duda también un auténtico reto para mí. Y el reto comienza con la creación de este blog, en el que trataré temas relacionados con la fisioterapia en neurología y pediatría, orientaciones para cuidadores de personas con discapacidad, y también algunas reflexiones personales.
Mirando atrás están muchas
personas que han confiado en mí, a las que debo una gratitud enorme como
profesional y como persona. No las nombraré, intentaré encargarme de hacérselo saber
personalmente, y además, podría correr el riesgo de que (sobre el papel), se
quedara alguna en el tintero. Ellos me han enriquecido enormemente, y han
contribuido, cada uno con su granito de arena, a que este nuevo proyecto vaya
tomando forma. En el camino que emprendo, espero que todas ellas puedan seguir
acompañándome; por mi parte, la mano está tendida.